jueves, 30 de julio de 2009

Arrivederci Roma

Adiós, Roma, preciosa
en tus calles encontré calor
la dulzura del amor
lo hermoso que fue verte ociosa

deseosa de perderte conmigo.
Ahora me tengo que ir
llego el momento de partir
y mis sueños quedaron contigo.

Entre preciosos lagos
donde los cisnes pululaban
abracé sus plumas
y de tus aguas me enamoré
Adiós, Roma, preciosa.

La sonrisa de tu venus de milo
sus labios de dulce rosa
sus manos de dama hermosa
y sus ojos de fogoso brillo

Una luz en su noche me hizo vacilar
agarré el cabo que ataba
a los sueños que la mataban
pero otra chispa de luz me hizo avanzar

Arrivederci Roma,
volveremos a vernos andando
por estos caminos tan extraños
cuando nuestros corazones
hayan sabido luchar.

Adiós, Roma, preciosa,
me voy y al mirar atrás
aún me quedan tus noches de cristal
la luz de una estrella

encerrada en la inmensidad
liberada para soñar,
el calor de un hogar,
el adiós y su necesidad.

Arrivederci Roma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario