Se tumban dos cuerpos en la oscuridad
sin mirar, como si no supiesen de lo real
poco a poco, se escucha el roce que produce
una sabana al tirar
dos labios juntandose, bajo la ventana un mar
las estrellas preparaban el festival
de caricias pendientes de recibir
de miradas pendientes de dar
fue todo el día, un segundo, nada más
El beso eterno
increbantable fusión de nuestra calor
como se preparaba
y sin esperar, la noche despacio
sobre él nos meció
y hasta hoy, donde todo parece un segundo
donde un recuerdo es una inmensidad
el tiempo se volvió tan fugaz
sábado, 4 de julio de 2009
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