Composición general, retrospectiva al centro neurálgico de nacimientos, quiero volver a ser la fuente que brota fresca y generosa. No quiero perder un momento más, dejé mi carreta atada ya hace mucho, y al roer del tiempo le ha sobrado de si mismo para dejarmela hecha añicos. Ahora me pregunto donde fue mi dicha, la que parecía eterna y fuerte empatía. Parece que sufría, de soledad arrepentida, mas no era en la compañia donde respuesta coherente había. Si otras preguntas, tormentosas, estremecedoras, la luz era una ventana en la que flotaban ideas.
La revelación era un amor, un sentimiento latente, siempre víctima pasional de perfumes de las primaveras más hermosas. Una gota de calor, una chispa en las entrañas, era la antesala del dolor, del fluir de las palabras. La relajación después, era el premio del que habla, la inquietud, sabed, que la acompañaba en sus horas bajas.
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