¿Será de pétalos la mañana
cubierta entre verdes briznas?
La tarde, ligereza, refrescante
viento a nuestros pies.
Por la nuca, las cosquillas,
empiecen a formar procesión
y un cálido aroma a polen y vida
nos golpee al corazón.
¿Será de violetas la noche
hijas de los luceros y el reflejo del sol?
La luna, creciente y pura
abrirá el aterciopelado telón,
y los grillos cantaran serenatas
más hermosas que el propio olor
de las gotas de lluvia fresca
resbalando sobre lo verde del campo,
arrancandonos el ultimo hábito de dolor.
¿Será el nuevo día olvido
de que fuimos sangre y piel?
De que fundimos en los ojos
del otro un querer
que olía a ganas de entenderse
de lloverse y de emprender
un día como el soñado
un día como el de ayer.
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