Dueño y señor

Debo moderar mi explosión o acabaré difuminandome entre algun escrito, perdiendo el objetivo y divagando como ahora estoy haciendo. Jamás pude someter a mis impulsos a un orden lógico, la necesidad de sacar todo mi ser en cada palabra a veces es demasiado fuerte como para imponer estricto horario de visitas. Se lo que necesito decir para acabar con la difusión de ideas, de pensares vagabundos, pero no puedo hacerlo, no hasta estar más seguro de la desencadenación de ideas siguientes. Necesito ordenar viendo el reflejo del mirar.
La vida compleja no está hecha para mí, señor de la sencillez y la mirada cálida. La cosas deberian tomar otro tono menos artificial, más simplificado. Los sentimientos son complejos, pero la sinceridad es amiga de la simplicidad, sin embargo el mundo se entretiene en eufemismos y escondites léxicos que apenas dejan etrever el auténtico objetivo de sus palabras.
Sabeis que no es cierto, que no quiero hablar de la falsedad de las palabras en bocas de gente que ni conozco. No quiero hablar de eso, no, quiero hablar de lo artificial de la humanidad, necesitamos empezar una revolución que nazca en nuestro interior, que nos haga siervo y señor de la necesidad de expresión.
Quiero un mundo interior en cada persona, sin la obligación de sentirse vulnerables ante la oración a las emociones.
¡Olvidad los miedos por favor!