Si me lo rulas yo me enciendo y ya no paro
hasta consumirme los tobillos de cansancio
de dar patadas a las nubes y a los charcos
y apartar nubarrones a zarpazos.
Que luego se me tornan más borrosos
porque no quieren hacerme puto caso
los carabobos que me lamen las heridas
si en verdad quieren prenderme las costillas.
Luego me laterá a cien por hora
parecerá que me retumba el pecho
y no podré decirte a la cara
que en el fondo soy un tipo muy malhecho.
Si luego le doy otras caladas,
tendré que tirarme al solitre a olvidarlo
para tragarme los esputos malpagados
para rascarme la patilla y los ovarios.
Y si a la noche aún me aguanto pienso
que pienso luego siento, luego malo
y despertarme a la mañana entre tus senos
con el corazón forrado y endurecido
y con la cara consolá de nuevo.
martes, 17 de marzo de 2009
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