Surcame al mar sirena, que aún se me revuelven las entrañas.
Seré el viejo aquel que un día marchó de su hogar de lumbre y leña,
se fue bajo el chaparrón a encontrarse, perdido entre las piedras.
Esperando dejarlo todo al grito pelao de una voz de doncella,
al corazón de ultramar, agarrado a su pecho esconde su daga de rosas.
sábado, 25 de abril de 2009
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por fin!!!! CUANTOS DÍAS!!!!!
ResponderEliminarPor fin no son solo palabras!
Tienes razón, no son sólo palabras.
ResponderEliminarSon hermosas y de doble filo,suaves y olorosas, pero no esconden sus afiladas espinas..... ¡¡¡¡tachan, tachan!!!!!
Poema de misterio, nueva entrega...
Lo que me gusta es cuando siento al dejarlas caer, luego no me pregunto mucho por lo que he querido decir o dejar de decir. Pero me gusta oirlas salir. :)
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